Ayer, 26 de noviembre de 2009. El cielo azul de Aníbal Sampayo era pura fiereza y marcaba 7,75 metros frente a Concepción del Uruguay. El agua de la vida se transformó en agua de la desesperanza.
Lección de la Madre Tierra.
Ahora, 27 de noviembre a las dos de la tarde el cielo se abre y caen las aguas de arriba para encontrarse con las aguas de abajo en una postal bíblica. Paisaje maravilloso que crea la naturaleza para castigar las malas acciones de los hombres que no saben cuidarla.
No hay mucho para agregar. La foto es clara y fuerte. Sólo un chamamecito de Teresa Parodi que canta sobre estas cosas que nos pasan en el litoral cada vez que nuestros ríos nos abrazan más de la cuenta.
Ojalá pronto volvamos al simple y fresco abrazo de agua que cantaba Mastronardi.
Mientras tanto mucho niños ven como se ahogan sus sueños en las aguas marrones de este Uruguay enfurecido.
http://www.youtube.com/watch?v=dscnRDa5Bsc&feature=related
2 comentarios:
Guau Membillitos, me super encantó este post. Está muy bello escrito y el contenido ni hablar... muy cierto.
... cuando los ríos nos abrazan más de la cuenta... UN ESPECTÁCULO lo de ustedes.
Va un abrazo mío también
¡Feliz año cheee!
Y más dulce membrillo para el año que viene ;)
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