Al Sur del Ecuador hoy se celebra el despertar de la vida, la juventud, el amor, la estudiantina. La mitad del mundo comienza una nueva primavera y cada cultura festeja el renacer de la vida. Es primavera y no es poca cosa. Es tiempo de rehacer, de re vivir, de volver a florecer. Es tiempo de pensar que es posible la justicia con libertad y la libertad con justicia. Es tiempo de reconstruir el ciclo vital de la naturaleza y también de los pueblos en paz pero sin renunciar a los ideales. Tal vez sea por eso que a las transformaciones sociales que florecieron en torno de la libertad y la democracia se las llama primavera. Y qué sería de este Sur del mundo si cada año al menos por irrefrenable impulso de la astronomía no se recuperara el tiempo de volver a crecer y creer. No es pavada la primavera cuando nace en los corazones y las mentes de los pueblos. ¡Bienvenida Primavera! Y ¡Bienvenidos a este espacio!
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