Gracián y el viento



El viento sobre los fresnos arranca confesiones a los diarios en las tardes lluviosas de otoño.
Gracián se arreglo la camisa azul dentro del pantalón, se abrochó el saco de paño gris y salió a la calle. Desde la madrugada el viento húmedo del sur había soplado con fuerza y las calles se iban llenando de barro y hojas secas.
Gracián casi no lo notó. Estaba acostumbrado a esos otoños lluviosos y los prefería porque los días soleados le recordaban los soles perdidos y el rostro brillante de Alejandra.
Hacía tiempo que no sabía de ella. En realidad recibía algunas noticias cada tanto pero prefería hacer como que no se enteraba. En algún lugar creía volver a encontrarla para invitarla a caminar y con esa ilusión marchaba al trabajo en las mañanas o se sentaba a mirar a los gurises desde el banco de una plaza.
Camisa azul y saco de paño gris abrochado, con las manos en el bolsillo y los hombros levantados en esa actitud torpe de los seres humanos cuando enfrentan el viento y el frío; así iba Gracián cuando un trozo de diario, que una ráfaga indiscreta arrancó de las manos de un lector desaprensivo, llegó haciendo piruetas en el aire hasta su rostro helado. En un recuadro a dos columnas la familia de Alejandra participaba el matrimonio de su hija con un jóven y acaudalado profesional.
Entonces, ese día, Gracián comprendió que se había quedado fuera de los sueños. Se sentó en el cordón de la vereda y dejó que el viento arrastrara las hojas.
Verdes, amarillas, secas, ocres y muertas se fueron acumulando sobre Gracián hasta que lo cubrieron por completo.
A la mañana siguiente cuando el sol entibiaba la vereda, una anciana que urgaba entre las hojas con su escoba encontró una camisa azul dentro de un pantalón y un saco gris de paño.

7 comentarios:

Anónimo dijo...

Se murio alguien o es porque llego el fucking invierno, porque un poco de frio y pa' mi es INVIERNO!
Esta lindo el cuento igual, aunque si hace referencia a: frio/politicos/historias antiguas o algo de eso, bue con mi corta lectura no lo capte. Sorry ahi.
Besos

Andrés Fiorotto dijo...

Gracian puede hacer dos cosas: o quedarse llorando por su amada hasta que el frío termine por consumirlo, convirtiéndose en apenas una crónica de media página en el diario mediocre del pueblo, o forjar su propio destino, con todas los pros y contras que éste le presenta, y pasar a la posteridad como todos los que lo hicieron: a los machetazos.
¿O a Moreno le dieron todo servido en bandeja? Bah... sí, el veneno.

Chuli! dijo...

Che, cuando empecé a leer me acordé del cuento de Cortázar (perdón por mi olvido del título)... es casi parecido, o soy medio loca!

:S

Igual, me gustó muito! Si alguien puede ayudar con mi faltamemoria jejeje!

Chuli! dijo...

Ah! además, el nombre está muy bien elegido: Gracián, ES UN PECHO FRÍO! Y eso que soy bien bostera eh! jajajajajaja!

Rodrigo dijo...

Rulo: excelente cuento. En verdad recuerda mucho a Cortazar: en el procedimiento indirecto, el lenguaje tan familiar y a la vez cuidado, elegido. Ademas transmitis esa percepcion de un univero en que la felicidad es imposible (digo en lo literario).... Hay un enigma que se revela parcialmente, indirectamente...haces sentir el frio... muy bueno

MEMBRILLOS. P.P.I. dijo...

Quizás Gracián era un egoísta e incomprensivo. Él la podría haber doblado en edad y nunca entendío que ella tenía la mitad del camino recorrido que él. Será que Gracían se cierra en su mirada del mundo y le gusta que todo sea como él quiere. Que triste la vida de Gracían, que ni siquiera un sueño le quedaba y se dejó morir así. Quizás la egoísta fue Alejandra, pero la historia que se cuenta es la de Gracián.
Membrillo M.

pò! dijo...

Gracián es un cagon!